Por: Staff Solvento
Ante la falta de operarios, propone más prestaciones y mejores condiciones de trabajo, para generar un mayor apego a la compañía. Frente a la mala fama que reina en el sector y la corrupción predominante sugiere la profesionalización: capacitación e inversión. En un sector en el que nadie confía en nadie, Pineda ofrece certezas.
“De ahí viene el nombre de la compañía, Certus Transportes. Una palabra en latín que significa certidumbre”
-Explica entusiasmado, sabiendo que se enfrenta a un poco más que molinos de viento.
Busca con eso combatir todas las ideas que rodean al sector en el que se desarrolla ya hace unos 15 años, vinculadas a la impuntualidad, la falta de profesionalismo, y el bajo compromiso.
“Queremos mostrar una cara totalmente diferente, profesional. Que nuestros clientes sepan que si decimos a las 8 hs, vamos a estar a las 8 hs, y ni el tráfico ni los asuntos personales serán una excusa para nada”, plantea en relación a cómo quiere que sea vista su compañía en el mercado.
Su historia en el mundo de la logística es más sinuosa de lo común, ya que comenzó su carrera dentro de un laboratorio. Su “sueño dorado”, como él lo llama, era ser el gerente de una planta farmacéutica.
"Pero a los pocos años descubrí que lo que más me interesaba de la planta farmacéutica en la que trabajaba era lo que sucedía con los materiales, los insumos y la planificación del día a día"
-Dice el hombre de 53 años sobre un momento crítico de su carrera profesional.
Fue entonces cuando dejó el laboratorio y comenzó a trabajar en la logística de una gran compañía farmacéutica dedicada a la distribución de medicamentos y de materiales de curación para el Gobierno en todo México.
Pero después de 15 años y mucho aprendizaje, esa empresa no pudo seguir adelante. “En ese momento crítico uno de los transportistas con los que yo había trabajado allí me invitó a asociarnos. Su idea era que él aportara la infraestructura y yo el contacto con todo el mercado farmacéutico. Así nació Certum Transportes, en 2015, una compañía de transporte orientada a la industria de los medicamentos y la salud”.
El enfoque en la industria farmacéutica implica que Certus cumple con requerimientos especiales de fumigación, de estatus de las unidades, de mantenimiento, etcétera: rigen para las cargas médicas políticas muy cuidadosas. Pero también permite abrirse a otras ramas que deben cumplir con los mismos requerimientos; en su caso, la industria de los alimentos y la de los cosméticos.
“Necesitamos que nuestros operadores estén muy capacitados, porque generalmente les toca hacer entregas a detalle: abrir hasta la última caja de una carga y contar, por ejemplo, 25 piezas. Y luego entregarlas en destino y abrirlas de nuevo y que estén las 25 piezas. También deben tener cuidados especiales, porque muchas veces hay que trasladar cargas delicadas, como frascos o tabletas”, explica sobre el día a día de su rama de operación.
Héctor detalla procesos complejos con la maestría de un profesional. Pero no se trata de un profesional formado en la academia, sino de uno que creció y aprendió sobre la marcha, compartiendo experiencias y escuchando a colegas.
“Yo no tenía una carrera de logística, ni de transporte, ni de almacenes. Lo primero que hice fue meterme en la entonces Asociación de Ejecutivos de Distribución y Transporte, donde conocí a un grupo de personas dedicadas a la logística que compartían sus experiencias, lo que pasaba en otras partes del mundo, y lo que pasaba con compañías”, cuenta sobre ese espacio que ha formado a otros importantes empresarios del sector.
A lo largo de su camino, ha llegado a conocer la industria a la perfección, y con ella también a saber de sus principales problemas, que él considera que son la falta de operarios y la falta de financiamiento.
Es cierto, se calcula que en México hay un déficit de operadores por sobre las 50.000 personas, y Héctor sabe que no se trata de un problema de sencilla resolución.
“La inseguridad, por ejemplo, es un problema extra cuando contratas a alguien. Después de contratarlo hay que retenerlo, hay que capacitarlo, hay que ofrecerle mejores condiciones. Pero es posible que si sufre un asalto en la carretera no quiera volver a operar, y es entendible”
A eso se suma la recurrente falta de liquidez, incluso para compañías como Certus que, con unas 25 unidades, no forma parte ni de las grandes empresas del transporte ni de las micro, también llamadas hombre-camión.
A Héctor esta problemática lo tomó por sorpresa: “No tenemos acceso al crédito porque los bancos nos consideran un negocio de alto riesgo. Yo no lo sabía. Entonces las empresas pequeñas acuden a prestamistas con tasas y riesgos diferentes, o bien piden préstamos personales o familiares incluso. Las empresas más grandes tienen otras formas de acceso al financiamiento. Y los que estamos en el medio del sándwich estamos tratando de ver cómo lo resolvemos”.
En el caso de Certus ha encontrado una solución gracias a la fintech Solvento, que nació precisamente como una herramienta para compañías como la suya. “Es una excelente alternativa que marca la diferencia, porque nosotros necesitamos ese financiamiento para la profesionalización, para el crecimiento de la empresa y hasta para la reparación de unidades”.
Pineda sabe que el camino por delante es largo, y que se encontrará con nuevos obstáculos. Pero algunas pequeñas cosas le demuestran que se encuentran en el proceso correcto, de consolidación de su compañía.
“El esfuerzo ha servido porque hemos logrado posicionarnos como una empresa confiable, y afortunadamente hoy nuestros clientes nos lo reconocen. Nuestro objetivo es seguir así, incluso aunque nos cueste más”, concluye.